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jueves, 30 de noviembre de 2017

La gran lección de 2017: los riesgos que se deben evitar para no sufrir un ciberataque


El año 2017 puede cerrar con el beneplácito de que la cúpula de la dirección de las empresas han empezado a tomar conciencia sobre las consecuencias palpables de sufrir un ciberataque. No solo por los costes económicos que ello acarrea, sino también por la pérdida de credibilidad ante sus clientes.

En la celebración por el Día Mundial de la Ciberseguridad, cita que tiene lugar cada año el 30 de noviembre, las firmas que se dedican a combatir la ciberdelincuencia recuerdan la importancia de estar bien informado de los riesgos reales de la red y sobre los medios para evitar caer en uno de los diferentes vectores de ataque.

La sociedad se encuentra cada vez está más hiperconectada, ya hasta los aparatos se comunican entre ellos y comparten información, debido a la aparición en escena del llamado «Internet de las Cosas» (IoT), por el cual se plantea la idea de que todos los aparatos electrónicos se conecten a internet. La transformación digital trae, sin duda, grandes beneficios porque facilitan muchas tareas, pero por contra hace más vulnerables a las personas.

Cuando la información de los usuarios se compromete se corre el riesgo de que sea publicada, vendida, objeto de chantaje o empleada en el acceso a cuentas bancarias;los aparatos son secuestrados y se les exige por ellos rescates, los asistentes de voz pueden ser alterados para que abran la puerta de casa o los coches pueden ser dirigidos desde la distancia.

«La ciberseguridad es un factor crítico para garantizar la transformación digital de Europa, imprescindible para el avance tecnológico. En estos momentos es clave desarrollar un sector fuerte con tecnología propia, porque en caso contrario estaremos expuestos a ciberataques cada vez más complejos y con mayor impacto en nuestra sociedad», apuntan fuentes de la firma de seguridad S2 Grupo.

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